En defensa de los derechos fundamentales de Internet

Lo cierto es que a estas alturas ya estarás más que informado sobre la nueva propuesta de la Ministra más polémica de la era Zapatero, la Ministra de Cultura González-Sinde.

He seguido la noticia desde casi los orígenes y me enganché ayer al hashtag de Twitter #debatesinde para ver con sorpresa como hacían piña cientos y cientos de usuarios (al fin y al cabo personas para el Mundo Real y por lo tanto en la mayoría de los casos, votantes) para forzar un debate con los responsables de Cultura (al final, el debate ha sido más bien una reunión como apuntan varios medios y bloggers).

La propuesta, entra de lleno en un tema espinoso y atenta contra derechos fundamentales (más allá del derecho de Libertad de Expresión y Prensa), como el derecho a un juicio justo. Con esta ley se pretende cerrar cualquier página que, según un consejo formado por miembros de Cultura, incumpla los derechos de autor.

A parte de que un consejo (con un claro sesgo comercial) decida cuáles son las páginas válidas sin comprobar su legalidad a través de un jucio, el problema estará cuando estas páginas no sean de música o películas, los casos más claros; si no, páginas de contenido editorial que las puedan cerrar alegando que copian contenido de otras páginas (…). Claramente, esto como dice Escolar, recuerda a lo que ocurre en Cuba o China.

Por todo ello, y porque el poder judicial esté descentralizado también en lo que se refiere a temas online apoyo el Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales de Internet (se puede seguir la evolución a través de #manifiesto o unirte al grupo en Facebook).

Espero que no sigan pensando que en Internet somos un puñado de niñatos y profesores soñadores, en este medio se mueve mucho dinero y año tras año el crecimiento es imparable, en España también, pese a la crisis.

La falta de visión de algunos jueces

Leyendo hoy un artículo de El País sobre el juez Calatayud (conocido por sus decisiones en casos para menores), me quedo un poco traspuesto con lo que plantea y que expone claramente la poca idea de cómo funciona un site de la potencia de Google, Youtube (del que yo desde aquí solo le podría dar el detalle de que en Youtube se subían allá por marzo 15 horas de vídeo por minuto, como comentaba en mi artículo de repaso del OME) o cualquier página que crezca añadiendo el contenido de los usuarios.

Aquí parece que nadie es responsable. Estas páginas sólo retiran las imágenes en las que aparece la paliza o lo que sea cuando lo pide el fiscal. Y eso en caso de que la víctima o su entorno se entere. Si no, las imágenes continúan ahí”, ha criticado. Según ha indicado, este tipo de casos “penalmente están claros” pero a la hora de condenar a alguien como responsable civil por los hechos es el padre del menor el que “paga los 3.000 euros” de multa, porque fue él quien compró el ordenador o el móvil con el que se cometió el delito, mientras las compañías “acaban no pagando nada”

Pues como decía, lo flipo, esto se trata por ser  internet, el medio oscuro, alegal. Creo que no es demagogia decir que si alguien con un Hummer blindado se salta un semáforo y se estampa contra otro coche matando a sus ocupantes,  mientras que las del Hummer salen ilesas y por su propio pie, no se va a denunciar a Hummer por fabricar un arma mortal, si no a las personas que las conducen por hacer un mal uso del coche.

Si los que conducían el Hummer son menores, la ley verá quien paga (si los padres pagan la indemnización, los chicos van al reformatorio…) pero seguro que a Hummer no le ocurre nada.

Pues bien, en la web es lo mismo, es imposible controlar todo el material que se sube a la web, ni con los filtros más potentes, siempre hay maneras de esquivarlos.  Lo que está claro es que si hay algo que no sea legal se debe quitar y tener tolerancia cero, pero no perjudicar y poner controles que reduzcan la funcionalidad de la web por un reducido número de casos (en proporción a todo lo que se sube).

Para el caso de los contenidos de adultos, lo veo esactamente igual, los filtros que cada uno se los ponga en casa. No pueden pagar justos por pecadores, no se puede prohibir este contenido en la web, si no que sean los propios padres o tutores los que establezcan filtros (tanto en forma de software como educativos).